Nadie sabe cómo se llama. Solo les dijo que es un empleado y que el vehículo que conducía pertenece a la empresa en la cual trabaja. Pero se le vio tranquilo a pesar de todo.

Fue salvado de las turbulentas aguas del arroyo del Country por la solidaridad se despierta en el barranquillero este tipo de evento, que se registra en una ciudad caracterizada por sus fuertes corrientes pluviales.

El vehículo se le apagó en la carrera 52 y ahí comenzó el drama. Aparecieron los dos voluntarios que se lanzaron al agua.

En la síntesis que hizo uno de los rescatistas señaló que:  “tratando de rescatar un  carro de un arroyo, por poco se pierden 3 vidas”.

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Andrés Daza fue uno de ellos. Recordó que “fueron momentos de pánico. Tratamos de rescatar el carro pero la corriente no nos dejaba”. “El conductor estaba del lado derecho y yo le decía, agárrate, échate pa’ acá pero él trataba de salvar el carro”.

Expresa que  “de un momento a otro la corriente nos empuja a los dos. Yo me caigo y él se cae. Intento agarrarlo y él se agarra, pero se me suelta”. “Como yo tenía la cuerda se mes suelta y la corriente se lo lleva”.

Por fortuna, el conductor del vehículo lo llevó hasta el muro “y él salta”, anotó. Otras personas lo auxiliaron y lo llevaron a la parte alta.

“Fue un milagro. No era el día de él” sentenció el joven que arriesgó su vida.

Andrés calificó lo que vivió como “un susto tremendo”.